Miguel A. Rocha Valencia/Sol Campeche
¿4T CON CRIMINALES?
Sospechosa complacencia del Ganso hacia cárteles y el pleito con la justicia de EU
Ya son demasiadas coincidencias como para no sospechar que además de un pacto con la anterior administración, concretamente Enrique Peña Nieto para que le entregara el poder con la bendición de Donald Trump, el Ganso de Macuspana también llegó a un acuerdo con por lo menos uno de los principales cárteles del crimen organizado de México.
De todo eso sabrá seguramente el ex presidente de Estados Unidos quien tendrá en el profeta de la 4T, un aliado para fraguar su posible retorno a las contiendas electorales de la Unión Americana; si en dos años ya fue dinamitado el sistema institucional de México, imaginemos lo que en cuatro pueden hacer ambos personajes.
Es decir que el mesías tropical, así como dio asilo al expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien ya regresó a su país por la puerta grande, puede dar apoyo logístico, propagandístico a su amigo Donald Trump y hasta entrar en pleito con la actual administración de Joe Biden durante cuatro largo años, justo lo que dura el período del demócrata quien seguramente no intentará la reelección por edad, mientras que el republicano ya dijo que volverá y cuenta con poder para ello.
Claro no es lo mismo el país suramericano que Estados Unidos que cuenta con sólidas instituciones públicas y mecanismos de poder bien consolidados, pero en la mente calenturienta del tlatoani tropical que busca sostener a la 4T en el poder, esos datos no los concibe, él tiene otros.
Si así fuera, el oráculo de Palacio Nacional estaría apostando el futuro de México a su propio interés político de poder, sin importar las consecuencias, que podrían magnificar el desplome que ya sufrimos en economía, salud y seguridad.
En esto último, es claro que al tlatoani no le interesa confrontar a la delincuencia con la misma violencia que ésta actúa a grado tal que en los dos años de la actual administración, el número de asesinatos está por alcanzar los 75 mil homicidios mientras que los decomisos de drogas y armas disminuyeron de manera escandalosa. A lo único que se ha combatido es a bandas regionales que incluso estorban a los grandes cárteles, como lo hizo “El Marro” de Santa Rosa de Lima con el Jalisco Nueva Generación.
El caso de Ovidio Guzmán, detenido por petición de Estados Unidos y liberado por órdenes presidenciales, así como la cercanía y apoyo del patriarca tabasqueño a la familia del líder del Cártel de Sinaloa, son de llamar la atención, sobre todo por lo cínico y notorio.
Incluso el Ganso instruyó a los secretarios de Gobernación y Relaciones Exteriores, gestionar ante el gobierno de Estados Unidos la posibilidad de que la mamá del Chapo visitará a su hijo en la cárcel donde lo guardan al otro lado de la frontera.
Luego, viene lo del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien detenido hace más de un año, se frenó su proceso y no se sabe cuándo reanude o si el exfuncionario de seguridad, se convierte en testigo protegido para utilizar toda la información que tiene donde seguramente hay muuuuuchos mexicanos involucrados, incluyendo quienes actualmente detentan el poder.
Lo del general Salvador Cienfuegos, primero condenado por el peje y luego exonerado es otro tema que sirvió para armar pleito no con la agencia antidrogas de Estados Unidos, sino todo el departamento de Justicia de aquel país, donde las autoridades judiciales si funcionan, incluso para frenar las ambiciones de continuar en el poder del ex presidente Trump.
Ahí coinciden no sólo la DEA y FBI, sino también las fiscalías federales. El tamaño del pleito no es con una agencia, es prácticamente con una de las instituciones más fuertes de Estados Unidos, donde debieron “tragar camote” cuando se enteraron que por instrucciones de Trump, un juez decidió repatriar al general Cienfuegos.
Para colmo, el tlatoani azteca ordena a sus vasallos acotar la acción de las agencias de investigación extranjeras, básicamente la DEA con lo cual favorece a los criminales mexicanos, especialmente los dedicados al tráfico de drogas, armas y personas, que significan las empresas más “rentables” de la delincuencia organizada.
Todo esto hace preguntar ¿A qué juega el mesías tropical? La apuesta puede tener un fondo de autonomía, pero son muchos los hechos que revelan otros motivos donde el futuro de México se verá comprometido. Esperemos equivocarnos, pero…