YO CAMPESINO

Miguel A. Rocha Valencia/Sol Campeche ¿Exhibiría el machuchón de Palacio los videos de montajes y pruebas de corrupción de la 4T?
Montajes del Ganso
Como no es posible tapar la corrupción, ignorancia y pésimo gobierno de la 4T que tiene al país hundido en la peor crisis de violencia, salud, económica y social de su historia, el Ganso de Macuspana busca desacreditar a medios y periodistas aprovechando todos los recursos del poder para atacar, golpear, ofender y satanizar a quienes lo exhiben en todas sus miserias morales e intelectuales, soberbia y perversidad.
Pero no puede desmentir a nadie ni desvirtuar las verdades que se publican y salen al aire exhibiendo la inmundicia que cubre incluso a su persona, hijos, hermanos, nueras, compadres y colaboradores. Todo lo dicho y escrito acerca de la corrupción que le rodea, está sustentado en pruebas que, hasta hoy, no es capaz de negar y en varios casos, las acepta con cinismo.
Si de montajes se trata, que acepte el de la Rumorosa, el del avión, el billete de la rifa, su presunto accidente en carretera, lo de su visita a un enfermo en hospital, de su encuentro casual con un espontáneo “expresidiario” en la mañanera, lo de los ventiladores de Conacyt que no sirvieron y lo más torcido, la supuesta firma de contratos para compra de vacunas que se “reservaron cinco años” porque no existían o la fastuosa llegada de cientos de miles de vacunas y sólo llegaron unas cuentas muestras de regalo.
Más aún, si de corrupción se trata, que se haga público el 80 por ciento de los contratos que entregó el gobierno de cuarta sin licitación, los proyectos ejecutivos, estudios y permisos de Dos Bocas, Tren Maya y aeropuerto de Santa Lucía; los documentos de liquidación de los contratos del NAIM y el remate del acero que ahí estaba. Hablamos de cerca de dos billones de pesos de dinero presupuestal.
Pero para no ir tan a fondo, el Ganso de Macuspana tendría qué probar que el recaudo de dinero de su hermano Pío es un montaje, lo mismo que el del señor de las Ligas, Carlos Imaz y su propia confesión de aceptar recursos de dudosa procedencia para sostener su movimiento no debe ser investigada, Y si afirma que Calderón debía conocer de las corruptelas de García Luna, él debía saberlas sobre todo cuando estuvo en un banco que internacionalmente fue investigado por lavar dinero.
Hijos, hermanos, nueras y colaboradores como papá e hijo Bartlett, de los Ackerman-Sandoval y el hermano de Irma Eréndira, lo de Ana Guevara, su compadre farmacéutico de Jalisco, las tranzas de con las sucursales, cajeros y sistema operativo del Banco del Bienestar, de las desviaciones fiscales de Yeidckol Polenvsky, la transa de los segundos pisos, las complicidades con el cártel inmobiliario israelí o por lo menos las tranzas de Zoé Robledo, su hermano y amigos, o porqué los 150 millones a Epigmenio Ibarra.
La lista es tan larga como la quiera el Mesías de la 4T y ninguno de los casos se ha desmentido, pero si justificado, perdonado o enderezado, pero son hechos que revelan que la principal oferta del actual gobierno, la de combatir la corrupción, no se cumple, por el contrario, se entroniza en un nuevo grupo exonerado desde el púlpito de Palacio Nacional, donde cuestiones similares del pasado, son maximizadas, exhibidas y condenadas.
Y está bien, es parte de su estrategia, pero nunca como hoy, un gobierno emplea todos los recursos oficiales, financieros, técnicos y tiempos oficiales para atacar y golpear a los medios y periodistas, donde hay excepciones que deshonran a los profesionales del quehacer informativo y que a cambio de millones se vuelven aplaudidores, súbditos del caudillo de Tepetitán.
El punto está en que no se desmiente ni se aclara nada desde el poder, a todo reclamo, acusación o crítica, responde con agresiones, pero en ninguno de los casos se explica el porqué de las cosas o se castiga al autor.
Los errores de gobierno que son muchos, no se corrigen, se contesta con agresiones, persecución, investigaciones contra quien lo hace a ver si tiene alguna “cola” para agarrarlo, y lo único que se hace, es justificar el yerro. Ese es el estilo de la cuarta y su profeta quien, sin intentar ocultarlo, destila rencor, venganza, ignorancia y soberbia, entre otras cualidades que le son características.