Redacción/Sol Campeche
El equipo de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha extraído por primera vez en España los dos pulmones de un bebé donados en paro cardíaco para trasplantarlos en un menor de 24 meses que estaba en lista de espera.
Este procedimiento es muy poco habitual en Europa y consiste en que el donante es trasladado al quirófano y se espera que se produzca la asistolia, es decir, que el corazón deje de latir. Según los médicos, esta técnica que ha permitido salvar la vida de otro bebé con una patología terminal, abre la puerta a nuevas opciones en el trasplante de pulmón.
La asistolia controlada se practica en pacientes sin esperanza de vida que están a la espera de que se les retire el apoyo vital y, en esta situación, los órganos están mejor preservados que en el caso de muerte encefálica u otro tipo de asistolia no controlada.
“El día que te llaman tienes ese nerviosismo de alegría por una parte y miedo por ver cómo irá la operación, cómo se recuperará el niño, cuánto tiempo va a tardar…”, ha afirmado Gerard Genovés, el padre del pequeño Lleïr.
La doctora del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar de Vall d’Hebron, Laura Romero, ha explicado que es la primera vez en España que se lleva a cabo este procedimiento en niños y que la técnica es la misma que en pacientes adultos.
“En niños es muy poco habitual porque la estructura y los tejidos de un bebé no son los mismos que los de un adulto, y tampoco la resistencia a la isquemia, fase que pasa entre el momento en que se interrumpe la circulación del órgano hasta que se restituye nuevamente en el cuerpo del receptor, cosa que complica el procedimiento”, ha explicado Romero.
“En asistolia controlada, el donante se traslada a quirófano, se le retira el apoyo vital y se espera que se produzca la asistolia, es decir, que el corazón deje de latir”, ha detallado Romero, que ha agradecido la generosidad de la familia donante.
Según Romero, “la opción en asistolia controlada se había explorado poco, hay poco donante infantil y esta intervención abre un nuevo campo”.
En cuanto a la extracción, “en donantes tan pequeños, no sabemos cuánto tiempo pueden estar los tejidos sin recibir oxígeno, de forma que tenemos que hacer la cirugía de la extracción de los pulmones lo más rápido posible”, ha especificado la doctora Irene Bello, también del mismo equipo de cirugía torácica.
“El injerto era perfecto, se había hecho la extracción en quirófano, y los pulmones llegaban en un estado óptimo”, ha destacado Romero, la cirujana que realizó el trasplante junto a Leire Sánchez.
“Más compleja fue la segunda intervención del proceso, es decir, el trasplante, porque el bebé receptor tiene una cardiopatía congénita y para poder hacer el trasplante de ambos pulmones fue necesario remodelar el corazón con la colaboración del equipo de cirugía cardíaca pediátrica”, ha detallado Romero.