Reportajes Especiales

ROMERO DESCHAMPS: EMBLEMÁTICO ÍCONO DE IMPUNIDAD

*Protegido durante más de cinco sexenios

*Al menos 9 averiguaciones, una en la extinta DFS desde hace 42 años

*Delincuencia organizada, lavado, enriquecimiento ilícito, extorsión

*Una vida insultante de lujos, dispendio y derroche del líder y su familia

*Vacaciones de 5 años, hasta el 2024, pagadas por Pemex

Redacción/Sol Quintana Roo/Sol Yucatán/Sol Campeche/La Opinión de México

Ciudad de México.- El desconocimiento de su liderazgo, la negativa de un amparo, la carencia del fuero legislativo, dos investigaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda que reavivaron otras acusaciones, así como su renuncia como secretario general del Sindicato de Trabajadores de Petróleos Mexicanos, presagiaban la caída definitiva de Carlos Antonio Romero Dechamps, que durante más de cinco lustros mantuvo un cacicazgo y se apoderó de la empresa y el sindicato.

Todo apuntaba a que por fin acabaría la larga cadena de trapacerías del sempiterno exlíder, luego de haber sido protegido durante cinco sexenios, los de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, aunque en el gobierno del cambio de Andrés Manuel López Obrador se aseguró que sí se actuaría contra el venal ex dirigente.

HISTORIAL DEL PERENNE EX LÍDER SINDICAL

Carlos Antonio Tomero Deschamps ingresó al PRI en 1961, a los 18 años, como coordinador de campaña en Tamaulipas, de tal suerte que a la fecha lleva 60 años militando en el partido.

Ocho años después de su incorporación al tricolor, en 1969 entró a PEMEX como uno de tantos trabajadores, pero su militancia en el partido en el poder lo llevó a que dos años después, en 1971, incursionara en el STPRM.

Ya dentro de la organización sindical ocupó diferentes cargos, hasta que el 22 de junio de 1993, tras la caída de Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”; al que Salinas de Gortari encarceló, asumió el liderazgo del sindicato, luego de un breve “interinato” de Salvador Barragán Camacho de cuatro años.

En dicha dirigencia sindical se mantuvo hasta el 16 de octubre de 2019, es decir durante 26 años, cuando tuvo que renunciar en medio de una serie de escándalos por corrupción.

Sin abandonar la dirigencia del STPRM, ha sido legislador cinco veces, tres como diputado y dos como senador, siempre por la vía plurinominal, es decir por designación (dedazo) y no por elección.

En el año 2000 fue cuando se conoció su primer y grave escándalo de índole electoral, cuando se dio a conocer un desvío de fondos, documentado por el entonces Instituto Federal Electoral, (ahora Instituto Nacional Electoral) por más de mil 500 millones de pesos.

El caso fue conocido como “El Pemexgate”, en el que trascendió que parte de los fondos sindicales fueron entregados por Romero Deschamps para apoyar la campaña presidencial del candidato priista Francisco Labastida Ochoa, que finalmente perdió con el panista Vicente Fox Quesada.

En 2003, la entonces Procuraduría General de la República inició el proceso judicial por el delito de peculado electoral. Sin embargo fue suspendido en 2006 por falta de pruebas. En 2011 el proceso fue dado por finalizado de manera inapelable.

En octubre de 2019, a una semana de su renuncia a la dirigencia del sindicato, corrió fuerte el rumor de que la Fiscalía General de la República había solicitado a la Policía Internacional (Interpol), su ayuda para su localización en cualquiera de los 194 países donde opera la corporación, ya que se dijo que había huido del país.

Sin embargo en la página web de Interpol no apareció el nombre de Carlos Romero Deschamps como buscado, por lo que, efectivamente solo fue un rumor.

Un mes después, el 4 de noviembre la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, a cargo de Santiago Nieto Casillo, presentó dos denuncias ante la FGR por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, mediante las cuales la UIF pretendía acreditar si el exlíder del sindicato petrolero tenía cuentas bancarias en el extranjero.

En contraposición a muchos otros casos, en los que la UIF anuncia el congelamiento de las cuentas bancarias del implicado, en el caso de Romero Deschamps dijo carecer de esa facultad, “pero estamos haciendo el análisis para solicitar información a varios países y tener mayores datos”.

Esa denuncia fue ampliada a fines del mismo mes, dándose a conocer que Romero Deschamps, «había tejido una red de corrupción con recursos de Petróleos Mexicanos, para su beneficio y el de su familia”.

De acuerdo a la UIF, se habían encontrado «movimientos sospechosos» en los últimos años por cientos de millones de pesos; depósitos por 309.2 millones a familiares de Romero Deschamps, entre ellos su esposa, hijos, nueras, yernos, cuñados y sobrinos.

Anres el mismo Romero Deschamps ha sido criticado por su ostentoso estilo de vida, al hacerse público que gustaba de caros relojes de la marca Aude Piquet, valuados hasta en 7 millones de pesos, que cuenta con un departamento en Cancún valorado en 18.7 millones de pesos y propiedades en The Bath Club en Miami valuadas en 110.8 millones.

También es dueño de tres yates, dos de los cuales regaló a sus hijos.

A Paulina Romero le obsequió el “Indomable” valuado en más de 16.4 millones de pesos y el “Guly”, con un costo de más de 14 millones que entregó a su hijo José Carlos, así como el “Güero” que regaló a su otro hijo Alejandro, con valor de casi 28 millones.

Luego de la polémica generada por el mismo Romero Deschamps, poco antes de dejar el cargo como líder del STPRM, salió a relucir el estilo de vida de su hija Paulina Romero Durán que exhibía sin pudor en redes sociales su opulencia y extravagancia.

Paulina lleva una vida de lujos y se caracteriza por sus gustos ostentosos, que van desde un bolso Louis Vuitton Lockit PM Suhali, edición limitada, con un precio de 50 mil pesos, hasta el vino Vega Sicilia que cuesta más de 10 mil pesos.

Ha presumido sus viajes por todo el mundo: Francia, Dinamarca, Inglaterra, Rusia, entre otros y compartido imágenes de sus paseos en yate en compañía de sus perros Yate, Keiko y Boli, así como fotos donde se le observa posando en los jardines del Palacio de Versalles, en Francia junto con sus mascotas.

En 2013 se dio a conocer que Romero Deschamps regaló a su hijo José Carlos Romero, un Ferrari Enzo edición limitada. Para poder comprarlo el solicitante debe demostrar que tiene solvencia económica y cuenta por lo menos con dos autos del mismo tipo, además de que el país donde se utilice el auto tenga una agencia de esa marca.

En uno de los videos de los hijos de Romero, se ve a José Carlos Romero Durán, paseando en otro Ferrari dorado por Mónaco. El Ferrari 458 Spider tiene un costo aproximado de más de 26 millones de pesos, además la pintura dorada representa un desembolso de otros 6 mil dólares. Este automóvil se sumó a un Lamborghini Aventador de 6. 5 millones de pesos que también ha lucido en sus redes.

Esther Romero Deschamps, hermana de Carlos, cuenta con una mansión en el Fraccionamiento Campestre, en Salamanca, Guanajuato, con un valor estimado en más de cinco millones de pesos. Se dice que se jubiló en Pemex sin haber trabajado durante muchos años.

Esos lujos y excesos de sus hijos resultan hasta cierto punto justificables, ya que si el padre es capaz de lucir un reloj de la marca Aude Piquet, valuado en 7 millones de pesos, por qué ellos no podrían tener Ferraris exclusivos, lujosos departamentos y viajar alrededor del mundo en aviones y yates privados.

También se conoció que en junio de 2018, Romero Deschamps adquirió una mansión en la bahía de Acapulco, valuada en 6.4 millones de dólares, de mil metros cuadrados, con terraza, bar, estacionamiento, cancha de tenis, 11 recámaras, un comedor y un antecomedor en una arboleda.

Sin embargo, el poderoso líder ordenó que la derribaran en su totalidad y después mando que la reconstruyeran, “pero a mi modo”.

En lo referente a Romero Deschamps, se le acusaba en la causa penal 107/2003 de «prestar auxilio para distraer de su objeto importantes cantidades de dinero del presupuesto de egresos de Pemex, que se otorgaron al STPRM mediante diversos convenios”.

La investigación que había seguido puntillosamente la entonces PGR, era la última acusación pendiente de resolverse por el desvío de recursos de Pemex a la campaña en el 2000 (Pemexgate), sin embargo terminó en el “archivo de la reserva”.

Según las diversas pruebas recabadas por la PGR, se había podido comprobar que mediante la firma de varios convenios se desviaron de Pemex mil 580 millones de pesos, de los cuales 640 habrían terminado en la campaña presidencial de Labastida Ochoa en el año 2000.

El líder sindical, supuestamente, enfrenta en la actualidad dos acusaciones por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero que interpuso la UIF del gobierno de la Cuarta Transformación.

Sin embargo la realidad es que Romero Deschamps no salió de Pemex ni rinde cuentas, continùa dentro de la paraestatal y le concedieron un amplio periodo vacacional, de diciembre de 2019 hasta el 27 de julio de 2024.

Dicho de otra manera, el perpetuo líder, porque se dice que sigue manejando tras bambalinas los hilos de la agrupación sindical, disfruta de cinco años de vacaciones pagadas con un modesto sueldo de 28 mil 636 netos, de acuerdo al portal Nómina Transparente de la Secretaría de la Función Pública.

Un oficio del STPRM, fechado el 29 de noviembre de 2019, dirigido al subdirector de Capital Humano de Pemex, Franco Octavio Veites Palavicini Pesquera, señala que Romero Deschamps renunció de manera oficial a la dirigencia del sindicato petrolero el 28 de noviembre de 2019, pero no dejó de laborar en la empresa.

“Por lo anterior seguirá cobrando los salarios, prestaciones y compensaciones que le corresponden, según el Contrato Colectivo de Trabajo para el periodo 2019-2021”, precisa el documento.

La declaración patrimonial presentada por el exdirigente petrolero revela que su sueldo mensual corresponde al de un jefe de departamento y que su última adscripción conocida fue la refinería Miguel Hidalgo, en el municipio de Hila.

El cobijo brindado por presidentes de las pasadas administraciones, le permitió medrar durante varias décadas con las cuotas de los trabajadores de PEMEX; hoy los “padrinos” se esfumaron porque también están en riesgo y con ello también la protección que lo convirtió en amo y señor, por encima de directores, de la empresa paraestatal más importante de nuestro país, Petróleos Mexicanos.

El ahora ex líder petrolero, había sido reelecto en el 2017 y su encargo terminaría hasta el 2024, pero al filo del mediodía del 16 de octubre de 2019 renunció al cargo que concluiría cinco años después.

Días antes, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró en una de sus conferencias mañaneras que si había denuncias contra Romero Deschamps y después precisaría que dos de ellas estaban a cargo de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, por lo que le sugirió que renunciara a su cargo “para desvincularse, enfrentar el proceso judicial y no involucrar a la institución que representa”.

LA IMPORTANCIA DEL “PADRINO” SALINAS

Siempre cerca de Carlos Salinas de Gortari, desde que este era secretario de Programación y Presupuesto, a su arribo como presidente de la República, Romero Deschamps cobró relevancia inusitada y se convirtió en informante del nuevo mandatario.

Se dice que Romero Deschamps fue quien informó a Salinas de Gortari respecto a quien había patrocinado el libro “Un asesino en la Presidencia”, cuyo autor fue José Luis González Meza, hoy sedicente abogado de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

Según los informes, quien habría financiado el libelo había sido el entonces secretario general del Sindicato de Trabajadores Petrolros de México, Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”.

Un mes y nueve días de que Salinas asumió la Primera Magistratura, el 10 de enero de 1989, se dio lo que todos conocimos como “El Quinazo”, cuando Hernández Galicia fue detenido en Ciudad Madero, Tamaulipas.

En su lugar fue nombrado Sebastián Guzmán Cabrera, que sólo permaneció cuatro años en el puesto, tras la llegada de Carlos Romero Deschamps que asumió el liderazgo del sindicato petrolero el 22 de junio de 1993.

Desde entonces, hasta el 24 de julio de 2019 que fue expulsado por la Asamblea del Sindicatos de Petroleros, por supuestos actos de corrupción, fungió como dirigente del STPRM, en representación de 120 mil trabajadores, tras haber sido reelecto cinco ocasiones consecutivas.

Como ágil saltimbanqui político, desde hace 41 años se encaramó en el Poder Legislativo, lo mismo como diputado que como senador, aunque siempre como plurinominal. Ha sido cinco veces legislador de representación proporcional. Tres veces diputado, 1979-1982, 1991-1994 y 2000-2003 y dos veces senador, en los periodos de 1994-2000 y 2012-2018.

DENUNCIA EN LA DFS DESDE HACE 42 AÑOS

En los archivos de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), fue localizado un expediente, que data de hace 42 años, en el que Romero Deschamps, que aún no era líder sindical, fue acusado de secuestro, lesiones, venta de plazas, desvío de recursos y tráfico de combustible, conocido ahora como “huachicoleo”.

Bajo presiones sindicales obtuvo por parte de PEMEX, tiendas, ranchos y concesiones en construcción, transporte y diversos negocios, desde mantenimiento de instalaciones oficiales, hasta funerarias y gasolineras, dedicándose a “privatizar” esas concesiones en beneficio de su familia y amigos.

Como señalamos línea anteriores, en el año 2000 se hizo público el primer escándalo electoral, cuando se dio a conocer el desvío de fondos del llamado “Pemexgate”, documentado por el Instituto Federal Electoral, donde se registró un desvío de más mil 500 millones de pesos de los fondos sindicales, en apoyo a la campaña presidencial del entonces candidato priista, Francisco Labastida Ochoa.

En 2003 la PGR, ahora Fiscalía General de la República, inició un proceso judicial por el delito de peculado electoral, sin embargo el proceso fue suspendido en 2006, en el mandato de Vicente Fox, por falta de pruebas, y cinco años después, en 2011, siendo presidente Felipe Calderón, el proceso fue dado por finalizado de manera inapelable.

Según acusaciones, Romero Deschamps ha forjado su patrimonio multimillonario a costa de una empresa pública que está quebrada y pese a ello, el líder vive como jeque árabe, llevandi un tren de vida que no puede justificar con un sueldo de 30 mil pesos mensuales, aproximadamente.

A Romero Deschamps se le ha acusado de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero), defraudación fiscal, fraude, enriquecimiento ilícito, extorsión, malversación de recursos otorgados por PEMEX y amenazas cumplidas, sin faltar el robo de combustible e insumos, es decir “Huachicoleo”.

Entre algunas de las denuncias que se han presentado en su contra, figura la de Miguel Arturo Flores, líder del movimiento Petroleros Activos en Acción por un México Nuevo, por enriquecimiento ilícito.

También la de Sergio Carlos Morales Quintana, dirigente del Frente Nacional Petrolero, por administración fraudulenta y por no transparentar recursos.

Verónica Delgadillo y Samuel Garcúia, senadores del Movimiento Ciudadano, lo denunciaron por peculado, nepotismo, delincuencia organizada, robo de hidrocarburios, secuestro, enriquecimiento ilícito, venta de plazas, defraudación y evasión fiscal, así como por operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Al ser ungido como presidente Andrés Manuel López Obrador, y una vez transformada la Procuraduría General de la República en Fiscalía General de la República, con el doctor Alejandro Gertz Manero al frente, el 27 de diciembre de 2018, un contingente de trabajadores petroleros, cuestionaron al nuevo mandatario al que preguntaron qué iba a pasar con Carlos Romero Deschamps, a lo que AMLO respondió: “no vamos a tolerar a nadie, sea de alto nivel o trabajador sindicalizado”.

El arribo de López Obrador a la Presidencia y la pérdida de Romero Deschamps a su escaño en el Senado, en 2018, le significó quedarse sin el fuero que lo protegía y el otrora poderoso líder sindical quedaba en la mira de la justicia.

El primer aviso que recibió Romero Deschamps de que las cosas ya habían cambiado, fue el martes 9 de julio de 2019, cuando fue detenido su amigo y abogado Juan Collado Mocelo, representante legal también del ex presidente Carlos Salinas de Gortari y familia, así como también del ex mandatario, Enrique Peña Nieto.

Ese día el susto fue mayúsculo, pues ante la abrupta llegada de los agentes federales ministeriales al exclusivo restaurante, enclavado al sur de la Ciudad de México, el líder petrolero se tiró al piso y permaneció inmóvil, sin hacer movimiento alguno, hasta que uno de los agentes, en tono burlón, le dijo que no iban por él sino por su abogado.

Antes, el 27 de febrero, Sergio Morales, líder del Frente Nacional Petrolero, había interpuesto la denuncia contra Romero Deschamps por fraude a petroleros y por administración fraudulenta al frente del STPRM.

De acuerdo al denunciante, Romero Deschamps, secretario general del sindicato, cometió un fraude en contra de todos los trabajadores durante más de 30 años y que a pesar de que no puede haber un cálculo preciso, el monto de lo defraudado podría ser el resultado de 30 años cobrándole a 120 mil trabajadores entre 180 y mil 600 pesos mensuales.

-Si actualmente se cobrara a los 120 mil trabajadores la cuota mínima de 180 pesos mensuales, apuntó Morales, serían 259 millones 200 mil pesos al año y fueron 26 años de cobrar esas cuotas, “échenle cuentas” advirtió.

Posteriormente se conocería que la Secretaría de Hacienda, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, a cargo de Santiago Nieto Castillo, presento dos querellas ante la Fiscalía General de la República por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.

Pero la acusación no sólo había sido en contra del líder petrolero, sino también figuraron varios de sus familiares: su esposa Blanca Rosa Durán, sus hijos Paulina, Alejandro y Juan Carlos Romero Durán, así como María Fernanda Ocejo, esposa de Juan Carlos Romero, y Ana Luisa Aguinaco Romero, hijastra de María Esther Romero, hermana del dirigente petrolero.

La acusación en general fue por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, al detectar depósitos bancarios, operaciones con cheques y transferencias a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), realizados entre los familiares de Romero, sin que se justifique el origen y destino del dinero.

Ante ello, Romero Deschamps recurrió a la protección del Poder Judicial de la Federación e interpuso un amparo ante el juez Décimo Cuarto de Distrito con sede en el Estado de México, que le concedió una suspensión definitiva.

De inmediato, el Consejo de la Judicatura Federal aclaró que la medida le había sido otorgada porque los jueces que el quejoso señaló como responsables, no informaron, dentro del término legal, si había o no una orden de aprehensión en su contra y al no informar, se da por hecho que si existe un mandato de captura y en conseuencia procede el otorgamiento de la protección del Poder Judicial de la Federación.

Empero, el CJF precisó que dicha suspensión no surtiría efectos si los delitos imputados merecen prisión preventiva oficiosa y en el caso que nos ocupa si la ameritan, además de que si el quejoso no compareciera ante el juez que hubiese librado la orden de aprehensión dentro del plazo de tres días, el amparo dejaría de tener efectos.

Esto es, se trató de un amparo condicionado, endeble, que ante la más mínima falta legal del acusado podría originar su anulación.

Aunado a ello, el 21 del mismo mes de julio, derivado de la carpeta de investigación en la Fiscalía Anticorrupción por enriquecimiento ilícito, con el folio FED/FECC/FECC-CDMX/66/2019, la UIF logró bloquear algunas de las cuentas de Romero Deschamps y de sus familiares.

Sin embargo, horas antes de que se conociera su renuncia al sindicato, el presidente López Obrador dijo que no era cierto que las cuentas de Romero Deschamps estuvieran congeladas.

De haber procedido realmente las medidas precautorias financieras, habrían incluido también a su esposa Blanca Rosa Durán; sus hijos Paulina, Alejandro y Juan Carlos, además de su nuera María Fernanda Ocejo y de su sobrina Ana Luisa Aguinaco Romero, que estarían también involucrados en el ilícito de lavado de dinero.

Cuatro días después, el 25, durante una Convención Extraordinaria, trabajadores petroleros de las 36 secciones del STPRM, mediante voto libre, directo y secreto, expulsaron de sus filas al dirigente Romero Deschamps y desconocieron las decisiones de la Convención de 2017, en la que se había reelegido a Romero Deschamps un año antes de que terminara su mandato.

En su lugar, los agremiados eligieron a Sergio Carlos Morales, uno de los denunciantes de Romero Deschamps, como nuevo líder petrolero que deberá enviar la documentación de los resolutivos de la Convención para solicitar la toma de nota, pero antes el proceso debe ser notificado a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para ratificar su legalidad o rechazarlo.

Trámites que fueron obstaculizados y que no permitieton que Sergio asumiera la titularidad de la dirigencia sindiocal.

En relación con los fondos del sindicato, una de las nuevas denuncias señala que de los 300 millones de pesos que le entregó PEMEX al STPRM, la organización sindical sólo reportó gastos por 68.7 millones de pesos, es decir que nada más dio a conocer en qué se gastó el 20 por ciento de los recursos asignados, de lo demás no informó nada.

A esas denuncias hay otras más por diferentes delitos a las que presumiblemente dio cauce la FGR, por lo que se estimaba que podrían darse nuevas resoluciones en contra de Romero Deschamps y familiares.

Posteriormente se conocería que el sucesor de Romero Deschamps, sería Manuel Limón Hernández, que fungió como su tesorero durante 11 años, de 2007 hasta 2018, y que ahora forma parte desde octubre de 2018, de las comisiones de Energía y Trabajo y Previsión Social, en la Cámara de Diputados.

Con tales antecedentes se pensó que sí sería llamado a cuentas Romero Deschamps, pero lo cierto es que sigue dentro de la empresa paraestatal, sigue contando sin trabajar, continúa con su lujoso tren de vida y no ha sido requerido por ninguna autoridad.