SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS/SOL CAMPECHE
Cada uno de nosotros va adquiriendo diferentes experiencias y
lecciones que nos da la vida, uno puede rogar por lo mejor pero de
pronto nos da sorpresas y como que nos coloca en la puntita del
abismo. Seguramente algunos tenemos muchas experiencias duras, se dan
porque se dan y no las podríamos intuir ni evitar, son la respuesta a
las acciones y actos que hacemos con conciencia o no, con calidad o
no, con seriedad o irresponsabilidad, en otros casos, el deterioro
propio del tiempo va terminando con capacidades que de pronto no
sabíamos que podíamos perder de un momento al otro, falla el corazón,
la presión se altera, aparecen otros problemas que van afectando,
muchos, por mala alimentación pero sin duda pues nadie nos dijo lo que
deberíamos hacer hasta que por alguna razón lo entendimos y ya los
males estaban provocados. El día lunes me decidí a asistir con el
oftalmólogo, de pronto veía medio borroso, como con niebla, llegue a
su consultorio como hombre joven y bien preparado y con tecnología de
punta y además amigo y comenzó a revisar, ahí me enteré que traía
cataratas en los dos ojos y al revisar profundamente se daba cuenta de
que en uno de los ojos el nervio óptico estaba muy mal, esto debido a
que por años he sufrido presión alta y sufrí un golpazo en el lado
izquierdo de la cabeza que me deterioró bastante la salud, es por
supuesto que está perdido, el otro se puede recuperar y mejorar con
una cirugía para eliminar la catarata e imponer un lente y bueno
parecería que esta es la única solución y hay que tomarla, claro que
no se puede decir que uno esté muy contento porque pierde un ojo vital
para las actividades, la que me gusta, escribir y ver y observar la
realidad, pero así son las cosas, lo toma uno o lo deja y pues cuando
menos hay que probar por mantener algo de vida, triste, pero al final
de cuentas con mejores condiciones que otros más y esto no es por
supuesto una mejoría, pero puede ser un buen justificante, la vida te
permite darte nuevas oportunidades hasta que pues se termine. La
realidad es que como he pasado por muchos tiempos de vida y de muerte
pues a lo mejor estoy curtido y no le tengo miedo a la muerte, es algo
que puede suceder y yo he tenido muchas oportunidades de vida y no
caer en la muerte, pero cuando la raya llega pues nadie la pasa y pues
a esperar. Cuando menos no es mí tiempo…
En los tiempos que vivimos con una enorme crisis de salud,
económica, de credibilidad, la realidad es que nos encontramos muy
predispuestos a protestar y reclamar por reclamar, no se busca al
responsable sino al que lo pague, el que reciba las frustraciones y
los rencores que se acumulan y no se saben digerir ni asumir, la
realidad es que en muchos casos la situación no es sencilla y los
reclamos de recursos para atenderse en la salud y en la vida diaria
son enormes y las oportunidades de encontrar tareas que brinden
algunos pesos más son nulas, las ofertas dadas y quedadas en simples
promesas como el que se daría atención médica gratuita a todos, es,
simplemente, una promesa, pero no una realidad, nadie sabe ni nadie
informa donde te pueden atender gratis ni donde te proporcionan los
medicamentos porque al final de cuentas tienes que recurrí con la
medicina privada y comprar medicamentos y pagar por tratamientos que
van deteriorando mucho más los pocos recursos de las familias, la otra
realidad es que al final de cuentas aunque no aumenten los impuestos
que sabemos se chingan los políticos y los usan para mantenerse en el
poder, pues hay que pagarlos y sin recibir mejoras de fondo, al
contrario, más chingas y menos resultados, total estamos en tiempos de
la demagogia electoral y las promesas sobran y no se cumplen, los
mexicanos tenemos memoria corta…
Las informaciones callejeras y de los centros hospitalarios y
casas es que no hay atención global porque faltan medicamentos, camas,
hospitales y ni siquiera hay medicamentos, se habla de cientos de
casos donde las familias recorren los centros esperando atención y
medicamentos y no los hay, en cambio, de pronto, también se conoce el
que los políticos, empresarios, artistas, gente de poder cae enferma y
son atendidos en forma especial por equipos médicos y esto, por
supuesto, genera rencor y protestas y al parecer los políticos que
quedan al mando no entienden que hay situaciones que se deben operar y
manejar con cuidado para no genera conflictos sociales y rencores y
resentimientos de miles de afectados también por la misma enfermedad,
donde muchos, seguramente, cumplían con las normas de seguridad
impuestas y otros, los políticos y gentes de poder no lo hicieron
porque se sienten prepotentes y les hacen caso a los “expertos” que
solamente saben hacerles la barba y decirles lo que quieren escuchar
no atender los males. Así está el presidente, ahora, resistiendo la
enfermedad solamente porque no cumplía, por sus tanates y las
recomendaciones de un “experto”, el no ponerse el cubre bocas ni
guardar la sana distancia ni lavarse o untarse gel a cada rato, buscar
no contaminarse pensando en que era intocable por el virus y protegido
por sus estampitas y las recomendaciones de un “experto”, y en vez de
enviar una buena idea a las gentes las indujo a que rompieran las
normas y los resultados los sufrimos todos, los que nos cuidamos y los
que no, al final de cuentas, muchos van muriendo por una
irresponsabilidad y esto hay que señalarlo y decirlo para
rectificarlo. El presidente debe rectificar lo que ha venido haciendo
y dar ejemplo de cuidados para que todos los que le admiran, porque
hay muchos que lo admiran y respetan, sigan sus recomendaciones y no
hagan sus caprichitos y tonterías que hoy nos cuestan a todos los
mexicanos en salud, vida, confianza y llegamos a las muertes al por
mayor. Si tenemos oportunidades de continuar con vida y media salud
hay que estar atentos a lo que debemos hacer y hacerlo con conciencia
y no andarnos por las ramas y en las tonterías, los caprichitos no
sirven para nada más que para dar satisfacción a los idiotas…