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Q.ROO: MANELICH CASTILLA CRAVIOTTO VINCULADO AL CÁRTEL DE SINALOA Y A LOS ZETAS

  • El nuevo titular de la Secretaria de Seguridad Pública Estatal de Quintana Roo es apadrinado por el magnate de las telecomunicaciones en México, Carlos Slim Helú.
  • Su trayectoria académica y su cercanía con el multimillonario los llevaron a trabajar con Genaro García Luna por órdenes de Felipe Calderón Hinojosa, y a la Policía Federal con Enrique Peña Nieto.
  • El nuevo secretario de Seguridad Pública del Estado de Quintana Roo es abogado protegido por el hombre más poderoso de México, Carlos Slim, el hombre más poderoso de México.

Redacción/Sol Quintana Roo

Chetumal, Quintana Roo.- El nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo, Manelich Castilla Craviotto, tiene vínculos con el Cártel de Sinaloa, y es protegido por el magnate de las telecomunicaciones en México, Carlos Slim Helú, según un estudio del escritor y analista de inteligencia en México, Tomás Borges.

En un amplió documento publicado en Estados Unidos, es estudioso norteamericano revela que Manelich Castilla Craviotto, su veloz ascenso en el mundo de la policía a nivel federal se debe solo a su extraordinaria trayectoria académica, pero también a su padrinazgo que lo acerco a los expresidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.

El nuevo secretario de Seguridad Pública del Estado de Quintana Roo es “abogado protegido por el hombre más poderoso de México, Carlos Slim, quien gracias a sus contactos, siempre ha contado con cuotas de poder en los tres niveles de gobierno”, asegura Borges.

Manelich Castilla Craviotto, fue el encargado de dirigir el “Programa Justicia” de la Fundación Telmex, oficina creada a “apoyar a personas que han cometido un delito menor para que puedan obtener su libertad y tengan la oportunidad de reincorporarse a la sociedad con nuevas herramientas de vida, a través de cursos de desarrollo humano y asesoría psicológica profesional que se brinda tanto a los beneficiados como a sus familias”.

En la década de los 90, Manelich Castilla Cravitto, era un joven abogado penalista egresado de la Universidad Latina Campus Sur, fundador de Castilla Craviotto-Escalante y Asociados, S.C., un despacho especializado en consultoría jurídica y asesoría contratado por la Fundación Telmex para poner en marcha el programa de Fianzas.

Es en esa época que Carlos Slim descubre la capacidad académica y laboral de Castilla Craviotto, y lo acerca con los hombres del poder para incluido en julio del 2009 en las filas de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, cuyo titular Genaro García Luna, quien lo asigno una Dirección General Adjunta y nombrarlo en marzo del 2010 delegado estatal en San Luis Potosí con el grado de ‘comisario’.

Fue en ese estado, donde sustituyó al comisario Eduardo Delgado Álvarez, quien cedió su lugar al protegido de la familia Slim, y quien gracias sus éxitos académicos (fue profesor del INACIPE donde obtuvo su maestría con cédula 5742660 e impartió la materia de Teoría de la Culpabilidad) escaló vertiginosamente en la burocracia federal.

“Una vez sentado en la silla como delegado estatal recibió la visita de emisarios de los Zetas, amos y señores de la entidad, quienes bajo el mando de Iván Velázquez Caballero El Talibán o Z-50, mandaron decirle a Manelich que se abstuviera de modificar el “Status Quo” imperante, ya que de todos era bien sabido que los Zetas cohabitaban en la entidad con la complacencia de las autoridades”, asegura el escritor.

Así ha sido desde que un grupo de estos delincuentes “levantaron” al hijo del entonces gobernador panista Marcelo de los Santos Fraga, quien ante esa prueba de fuerza, dejó que el crimen organizado operara impunemente en la entidad.

En texto del escritor estadounidense se revela que “todavía no se acomodaba en la silla, cuando según fuentes (que dieron la información y prefirieron el anonimato por razones obvias) Manelich fue visitado por gente del Cártel de Sinaloa, quienes le pidieron patente de corso para operar en la entidad con su complacencia, dándole dos maletines con dinero, mismos que fueron entregados por un emisario cerca de Santa María del Río, conocido como la cuna del rebozo en México y bastión de los Zetas en la entidad, a tal grado que el mismo Heriberto Lazcano Z-3 (presuntamente muerto en Progreso en octubre del 2012 y cuyo cuerpo está ausente) estuvo a punto de ser detenido en el rancho “El Atorón” en diciembre del 2008.

“Manelich vendió la plaza en millones de dólares. Las cifras difieren de acuerdo a los entrevistados: mencionan cifras que van de los 5 a los 10 millones de dólares, y fueron entregados en billetes de 20 dólares americanos, traslados en helicóptero a la Ciudad de México para el pago correspondiente a los mandos superiores”, asegura.

Lo anterior, fue considerado como una traición por «El Talibán», quien ordenó la muerte del traidor que recibía mensualmente 30 mil dólares por parte de los Zetas, incluso cuando éste ya había recibido el dinero por parte del Cártel de Sinaloa.

Ello trajo consigo que Manelich obtuviera una unidad Suburban color azul blindada para sus traslados, escoltada por dos unidades de la Policía Federal de avanzada, evitando en todo momento los lugares concurridos, al grado de pasar los fines de semana en la Ciudad de México.

El uso de una unidad Suburban fue lo que desencadenó la muerte del agente de Migración estadounidense Jaime Zapata, el 15 de febrero de 2011 cuando supuestamente «los Zetas» atacaron la camioneta con placas diplomáticas, creyendo que era la misma en que viajaba el delegado de la Policía Federal.

En ese momento que trascendió que no había muerto Manelich, sino un agente estadounidense, Heriberto Lazcano, de acuerdo a informes de inteligencia, vivía en la capital potosina y viajaba constantemente a los límites con Coahuila, para encontrarse con Miguel Treviño Morales «El Z-40» para atender las operaciones e incluso cazar venado.

Manelich Castilla Craviotto, gracias a sus credenciales docentes, cuenta con un puesto en la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) y estuvo en su cargo, siempre custodiado hasta diciembre del 2012.

Tras el triunfo de Enrique Peña Nieto, éste nombró como secretario de Seguridad Pública a Manuel Mondragón y Kalb, quien destituyó a Luis Cárdenas Palomino como Coordinador de Seguridad Regional, y puso como encargado del despacho a Castilla Craviotto, ratificado en el cargo por el actual secretario, quien se está encargando de hacer una reingeniería en la corporación.

Castilla Craviotto junto con Francisco Galindo Ceballos, oriundo de San Luis Potosí y ex secretario de Seguridad Pública en la entidad de 2009 al 2011, actual comisionado de la Policía Federal (destituido del ISSSTE y recomendado dos veces, no apto en los exámenes de control de confianza y acusado de corrupción cuando fue delegado de la PGR en la entidad) son los encargados de resucitar a esta Policía Federal muerta por la corrupción.

El escritor Borges asegura que las acciones de Castilla Craviotto “parecen es una burla, ya que este sujeto, quien tuvo en sus manos una de las más grandes encomiendas, poner orden en los destacamentos de la antigua Policía Federal de Caminos y de la red aeroportuaria (con 36 mil elementos poco más del 50% del estado de fuerza de aquella corporación), cuenta con la capacidad académica, pero en la práctica sólo hizo que incrementara el índice delictivo en una de las entidades antes más pacíficas del país”.