Reportajes Especiales

MÉXICO SE QUEJA DE TRÁFICO DE ARMAS Y RECHAZA AYUDA DE EU (1/7 PARTES)

*Tampoco le importan extradiciones a México de traficantes de armas

Redacción/Sol Quintana Roo/Sol Yucatán/Sol Campeche/La Opinión de México 

Ciudad de México. – A principios de año, Raúl Sapien Santos, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), dio a conocer que cada año ingresan ilegalmente a México más de 200 mil armas, la mayoría por la frontera con Estados Unidos, de donde las trasladan a lo largo de todo el territorio.

Esa información fue replicada por fuentes del Gobierno Federal, que abundaron en los datos, señalando que a fines de 2019 el 70 por ciento de las 34 mil 582 víctimas de homicidio doloso fueron asesinadas con armas de fuego, producto de ese tráfico ilegal que llega de la Unión Americana sin que el gobierno del vecino país haga algo para impedirlo.

Bastaron dos semanas para que el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, de cara a concluir su misión diplomática el 20 de enero y en un encuentro virtual con medios de comunicación, rechazara los señalamientos y destacara que su país ha ofrecido a México la donación de equipo no intrusivo con el objetivo de frenar el tráfico de armas; sin embargo, el gobierno mexicano no lo ha aceptado.

Y fue más allá, al indicar que hubo disposición del gobierno de Donald Trump para extraditar a traficantes de armas detenidos en Estados Unidos buscados en México, pero nunca recibieron una solicitud de extradición durante su gestión.

“Nosotros hemos ofrecido donar al gobierno de México, equipos no intrusivos para controlar el tráfico de armas en las fronteras y no se han aceptado, lo cual me dio mucha pena porque me hubiera gustado que sucediera”, resaltó el aún embajador estadounidense.

“Cuando las autoridades estadounidenses han ofrecido apoyo para el combate a este delito, no ha habido respuesta del lado mexicano y es una prioridad para ambos países, para mí es como si estuviéramos mandando armas a Hitler durante la Segunda Guerra Mundial”, concluyó Landau.

A la fecha el gobierno mexicano no ha desmentido las afirmaciones de Christopher Landau, que evidenciaron la falta de interés de las autoridades de nuestro país para combatir realmente el tráfico de armas, lo que se presta a suspicacias dado el nivel de corrupción que prevalece en ciertos círculos de poder de nuestro país.

Expertos en la materia consultados al respecto, destacan que el llamado “Culiacanazo”, cuando fue liberado impunemente Ovidio Guzmán López, uno de los hijos del “Chapo” Guzmán, fue clara muestra del poderío en armamento del crimen organizado, lo mismo que diversas acciones del Cártel Jalisco Nueva Generación, en las que ha desafiado abiertamente al gobierno mexicano sin que haya respuesta.

De acuerdo a los datos de las autoridades mexicanas, del total de armas aseguradas por el Ejército en México, durante la década de 2010 a 2020, el 70 por ciento fueron fabricadas en territorio del vecino del norte y el 30 por ciento en Europa.

Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), advirtieron que de 2010 a 2018 se aseguraron en Tamaulipas y Sinaloa 376 rifles calibre .50, conocido como “El Fusil de la Muerte”, el más más poderoso del mundo, pero del 1 de enero de 2019 al 21 de enero de 2020, la Sedena incautó 71 fusiles Barret .50 en diferentes estados.

El fusil Barret es utilizado por más de 70 agencias de seguridad en el mundo y es capaz de perforar blindajes de tanques de guerra, aviones militares e incluso derriba helicópteros.

Una de esas armas se utilizó para atacar al secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Hartfuch y durante la liberación de Ovidio Guzmán, se observaron varios vehículos de los llamados “monstruos”, unidades artesanales blindadas, en los que habían empotradas en la batea ese tipo de armas.