Reportajes Especiales Retropolicíaca

LA HAZAÑA CONTRA LOS QUIJANO 

  • En una crónica de la revista “Cómo” quedó parcialmente esclarecido la brutalidad por parte de los agentes de la Policía Judicial Federal: Francisco Flavio, también perteneció a esa corporación y lo mismo que su padre fue campeón de tiro e instructor en el FBI.
  • La tortura, que en aquellos tiempos raramente era castigada, y al contrario, era o es tolerada por el Ministerio Público que monopoliza la acción penal en México, funcionó con “El Avispón Verde”.

Redacción/La Opinión de México/Sol Quintana Roo/Sol Yucatán/Sol Campeche/Sol Chiapas/Sol Belice/La Opinión de Puebla

(Cuarta de siete partes)   

En una crónica de la revista “Cómo” quedó parcialmente esclarecido el porqué de tanta saña por parte de los agentes de la Policía Judicial Federal en contra de la familia QuijanoFrancisco Flavio, también perteneció a esa corporación y lo mismo que su padre fue campeón de tiro e instructor en el FBI

Ello le valió ocupar diversos puestos de importancia, tales como jefe de vigilancia de los Reclusorios Norte, Sur y Oriente, pero también le acarreó la envidia y el recelo de sus compañeros. 

El entonces reportero de policía de la misma revista, José Sánchez López, explicó en su oportunidad que ante el recelo y envidia abandonaron las filas policiales y se dedicaron de lleno a los negocios.  

Al registrarse una balacera en Tamaulipas, entre presuntos narcotraficantes y judiciales federales, murieron seis agentes e igual número de agresores y se dijo realmente sin pruebas que “los hermanos Quijano habían participado” y desde entonces comenzó una enconada rivalidad entre agentes y los Quijano, informó José Sánchez López.  

El viernes 12 de enero de 1990, judiciales federales detuvieron a Héctor Ignacio Quijano Santoyo, a su hermano Sergio Maximino y a Carlos Cabrera Olivo, por la supuesta muerte de varios agentes estatales en el poblado de San Fernando y “por el paso de una pipa rellena de mariguana en marzo de 1985”.  

En los archivos de la PGR consta que el 6 de marzo de 1985, en plena madrugada, kilómetro 186 de la carretera que pasa por San FernandoTamaulipas, fue interceptado un carro tanque, blanco, cargado con mariguana empaquetada y otras drogas. El envío pertenecía “casualmente” a Salvador Gutiérrez, “El Cabo”, quien ordenó el traslado desde Michoacán Tamaulipas para vender esa “mercancía” a un amigo suyo apodado “El Lechero”.  

(Salvador Gutiérrez, “El Cabo”, intentaría adquirir y revender ese mismo año, gran número de piezas auténticas precolombinas que fueron saqueadas durante la Navidad, en el Museo Nacional de Antropología e Historia. Se trataba del Mono de ObsidianaDios del baile, el juego, las flores y el amor, valuado en diez mil millones de pesos viejos, así como otros objetos de jade, turquesa, oro, concha y piedras verdes, todo con un valor estimado en MIL MILLONES DE DÓLARES).   

Con insospechada celeridad se les trasladó a la Ciudad de México, a los ya temidos separos de la calle López, y el sábado 13, a las 15 horas, los federales habían sitiado el café La Habana en espera de arrestar a Francisco Flavio Quijano Santoyo. El padre de FlavioFrancisco Quijano García“El Avispón Verde”,  llegó como a las 7 de la noche y fue detenido, mientras se daban instrucciones a Manuel Moreno Fierro, excompañero de Flavio, a quien conocía perfectamente, ya que los demás detectives no lo identificarían con facilidad.  

Al arribar el joven FranciscoMoreno Fierro lo saludó ceremoniosamente, como nunca lo había hecho, y un “compadre” del campeón de tiro se percató  de la trampa, por lo que alertó a Paco.  

Manuel Moreno Fierro intentó sorprender a Paco y lo abrazó, fue cuando el “compadre”, (no bien identificado hasta la fecha), abrió fuego y lesionó en una pierna a Moreno Fierro.  

El dolor de la lesión provocó la liberación de Paco, quien corrió hacia un estacionamiento cercano, que tenía dos entradas, una por Bucareli y otra por las calles de Ayuntamiento.  

En el tiroteo, al parecer Paco hirió al agente Pedro Madrid Cortés, quien fallecería en un hospital.   

Paco y su “compadre”, (así le gritó en los momentos del intercambio de proyectiles), llegaron al estacionamiento y fueron hacia la camioneta roja del campeón de tiro, al igual que Manuel Moreno Fierro, quien se agazapó cerca de la caseta de cobro, armado con una pistola escuadra de alto calibre.  

El encargado de la caseta, de nombre Guadalupe, fue testigo de la segunda celada que Moreno Fierro llevó a cabo… «El agente intentó disparar contra Paco y este se dio cuenta, gritándole: “ahí estás, traidor” e intercambiaron disparos. Un tiro de Paco le voló el arma a Manuel, quien con gran valentía se arrojó al suelo para recoger su pistola y disparar con la mano izquierda, pero recibió más balazos y dejó de moverse«, comentó el cobrador.  

Al darse a la fuga Paco y su “compadre” en la camioneta roja, un grupo de agentes irrumpió violentamente en el café La Habana y arrestó a Rosa Valdivia, (esposa de “El Avispón Verde”), la maestra de inglés Irma Zavala López, la cajera Laura Sánchez y el cliente Felipe Mayrén.  

La cajera fue severamente maltratada porque aseguraba que Héctor Quijano “era inocente, que nunca se había metido en problemas y generalmente laboraba en el café La Habana”. Ella dijo la verdad, solo que por error no aclaraba que se refería a Héctor Quijano Valdivia, (hijo del “Avispón Verde” y Rosa Valdivia), y no a Héctor Ignacio Quijano Santoyo, también hijo de Francisco Quijano García