*Mientras la emergencia causada por el Covid-19, en Quintana Roo, no ha cedido e incluso existe la posibilidad de que el semáforo cambie sus características de amarillo a naranja
*Invertirá la cantidad de 3 millones 596 mil 277.50 pesos para la adquisición del servicio de equipo CPAP/BPAP para el tratamiento del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño y otros transtornos para 2021
*Infra del Sur S.A de C.V. conjuntamente con Cryoinfra, S.A de C.V. e Infra S.A. de C.V., según consta en el documento que Sol Quintana Roo exhibe en esta entrega informativa, la ganadora
Redacción/Sol Quintana Roo
Cancún.- Mientras la emergencia causada por el Covid-19, en Quintana Roo, no ha cedido e incluso existe la posibilidad de que el semáforo cambie de sus características de amarillo a naranja, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) prefiere invertir en otro tipo de atenciones en vez de mantener un control general estricto del Coronavirus.
En esta ocasión, el IMSS ya proyectó la adquisición -de acuerdo con el acta de fallo y expediente 2191451-IA-050GYR008-E6-2021- de Servicios de Oxígeno SAOS para 2021.
Mismo que señala la adquisición del servicio de equipo CPAP/BPAP para el tratamiento del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño y otros transtornos del sueño en el domicilio de los derechohabientes para el ejercicio 2021.
Para ello, el Instituto Mexicano del Seguro Social invertirá la cantidad de 3 millones 596 mil 277.50 pesos, cuya compra se realizará a través de invitación a cuando menos tres personas a nivel nacional de acuerdo con el número electrónico: IA-050GYR008-E6-2021.
La licitación adjudicada fue para Infra del Sur S.A de C.V. conjuntamente con Cryoinfra, S.A de C.V. e Infra S.A. de C.V., según consta en el documento que Sol Quintana Roo exhibe en esta entrega informativa.
Según el documento oficial la vigencia del contrato iniciará del 1 de enero al 31 de diciembre de 2021, con fecha de fallo realizada el 1 de diciembre de 2020.
Cabe mencionar que el Síndrome de la Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) es un fenómeno clínico caracterizado por hipersomnolencia durante el día, emisión de ronquidos durante la noche y tendencia al sobrepeso.
Actualmente, se sabe que la obstrucción de la vía respiratoria desempeña un papel fundamental en el desarrollo de este trastorno.
Sin embargo, lo que llama la atención es que pese a que ha existido quejas por parte de los doctores, enfermeros (as) y trabajadores de la salud de no contar con los utensilios necesarios para realizar su trabajo y atender, sin temor a contagiarse de Covid-19, las autoridades el Instituto Mexicano del Seguro Social tienen más presentes otros rubros.
Un ejemplo claro sería el ocurrido en el mes de noviembre pasado, cuando las autoridades del Hospital General Regional No. 17 dio a conocer unas precisiones por una denuncia relacionada sobre una presunta mala atención a un paciente de Covid-19.
En esa ocasión, a través de un boletín de prensa dijeron que el IMSS en Quintana Roo lamentaba el sensible fallecimiento del paciente Mario S., acaecido el 18 de noviembre en el Hospital General Regional No. 17, mismo que estuvo hospitalizado durante 54 días.
Dijeron que su personal, el mismo que se ha quejado en diversas ocasiones por la falta de guantes, cubrebocas, caretas y gel antibacterial para realizar sus labores, que en todo momento se le otorgó y garantizó la atención médica multidisciplinaria que el paciente requirió, así como las atenciones de diversos especialistas, por padecer múltiples patologías.
De igual forma, aseguraron que se le ofreció ingresar al paciente al área de Unidad de Cuidado Intensivos de Adultos, para lo que se requiere autorización de algún familiar, quienes rechazaron la propuesta. Las versiones siempre fueron encontradas y hasta el final nadie supo en qué se terminó el problema.
Una historia
Como se recordará, nuestro periódico dio a conocer que el IMSS se convirtió en una verdadera casa de beneficencia de empresas y empresarios a los cuales ha beneficiado con millonarias sumas de dinero por dejar obras inconclusas o de plano solo cobran sus cheques sin dar muestra de su trabajo.
El gran benefactor del gobierno de la 4T es sin duda el director general del IMSS, Zoé Robledo Aburto, quien sigue dando tumbos en los trabajos de sustitución del Hospital General Regional, mejor conocido como Hospital San Alejandro, por la Unidad Médica de Atención Ambulatoria No. 36.
Investigaciones de Sol Quintana Roo revelan que pese a estar suspendidas las obras de reconversión por diversas causas, sigue vigente el contrato número 1-17220002-4-43860 del IMSS por un valor de $1,647 millones 888 mil 751,02 pesos.
La contratación que involucra a varias empresas hermanas fue firmado en 2018 con el compromiso de concluir los trabajos de sustitución hospitalaria en mayo del presente 2020.
Las empresas responsables son Sacyr Construcción México S.A. de C.V., en participación con Sacyr Construcción SAU, Sacyr Chile S.A., Engenharia S.A. todas representadas por Manuel Juárez Solano, según el contrato que se publica en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Sin embargo, estas obras se han visto envueltas en una maraña de pretextos provocando el estancamiento de los trabajos de sustitución del hospital San Alejandro para ser reubicado en los municipios de San Andrés Cholula y Amozoc.
El retraso de los trabajos de adecuación del Hospital de Gineco-Pediátrico de 210 Camas, en San Andrés Cholula, y por el Hospital General Regional de 205 Camas, en Amozoc, ambos en el estado de Puebla, han provocado que, ante la falta de infraestructura médica, el colapso de los hospitales La Margarita y San José, los cuales quedaron rebasados desde la emergencia sanitaria por covid-19 en Puebla, pero que la fecha singuen atendiendo a marchas forzadas la gran demanda hospitalaria de la región.
La razón por lo cual se origina la sustitución hospitalaria es porque el hospital San Alejandro resulta afectado por el sismo y el 28 de septiembre de 2017, el gobierno federal publicó la Declaratoria de Desastre Natural en el que se registraron 112 municipios de Puebla en situación de emergencia extraordinaria a causa de los daños ocasionados por los sismos del 7 y 19 de septiembre.
La capital del estado fue integrada en ese listado de municipios afectados, registrando como pérdida el Hospital de San Alejandro.