GUERRERO: LA LUCHA POLÍTICA TAMBIÉN ES CRIMINAL

Ricardo Ravelo/Sol Quintana Roo/Sol Yucatán/Sol Campeche/La Opinión de México Guerrero.- La lucha política en Guerrero, recrudecida tras el retiro de la candidatura a Félix Salgado Macedonio, exhibe que en esa entidad se lucha no solo por el poder político sino por el control territorial con fines criminales.
Sí, cuando Salgado Macedonio fue presidente municipal del puerto de Acapulco, el narcotráfico floreció en medio de la más clara impunidad. El cártel de Sinaloa se impuso como la organización más fuerte en ese estado, puerta de entrada hacia la llamada ruta del Pacífico, una de las más disputadas por los cárteles.
En esos años en que Salgado Macedonio gobernaba se afincaron en Guerrero los hermanos Beltrán Leyva; Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, sembró terror y muerte, mientras que otros representantes del cártel sinaloense operaban sin restricciones el tráfico de drogas, ejercían el control y cobro del derecho de piso, cobro de impuestos a negocios, prostíbulos y otros giros.
No es nada descabellado considerar que la base social que apoya a Salgado Macedonio está financiada por el inquilino de Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino también por el narcotráfico. Los cárteles son aliados del poder y en este caso del candidato de MORENA que amenazó a los consejeros del INE y al propio presidente de este órgano electoral, Lorenzo Córdova.
Antier, por ejemplo, Salgado Macedonio incitó a sus huestes al decirles que ya sabía dónde vive Córdova y que irían a protestar frente a su domicilio.
De igual forma amenazó con el mismo argumento al resto de los consejeros que están en contra de restituirle la candidatura al gobierno de Guerrero.
Esta mañana el presidente López Obrador justificó el apoyo que ofrece a Salgado Macedonio: “Lo apoyo porque me recuerda lo que me hicieron a mí con el desafuero”, aunque en realidad se trata de dos casos completamente diferentes.
El narcotráfico ha crecido en Guerrero como la espuma, las organizaciones criminales están dispersas como hongos. De acuerdo con datos oficiales, en esa entidad operan más de 500 grupos criminales. Una de sus características es que la mayoría están operadas por personajes que tienen líneas de parentesco con alcaldes, regidores, síndicos y tesoreros municipales. También con los jefes de la policía, los temibles policías que abandonaron la tarea de darle seguridad a la gente por apoyar el tráfico de drogas.
Guerrero es uno delos estados donde la policía es temible, igual o peor que la del Estado de México o Tamaulipas, por citar solo dos entidades con profunda descomposición policiaca.
Los cuerpos de seguridad guerrerenses están involucrados en desapariciones, matanzas, secuestros, cobro de piso, asesinatos, entre otros ilícitos. Con frecuencia se afirma que cuando detienen a ciertas personas no las ponen a disposición de las autoridades: Las entregan a los cárteles para que sean interrogadas y después asesinadas.
Otra característica del crimen organizado en Guerrero es que los grupos criminales gobiernan municipios completos. Ahí están “Los Rojos”, “Guerreros Unidos” y “Los Ardillos, tres cárteles poderosos y temibles, Muchos de sus miembros son alcaldes e incluso también legislan en la entidad que gobierna Héctor Astudillo, otro personaje plagado de claroscuros.
En Guerrero al partido MORENA, Salgado Macedonio o el propio presidente López Obrador les importa algo más que la gubernatura, las alcaldías y el Congreso. Les apremia el control del crimen organizado, la explotación de los recursos naturales. Por su puesto, para controlar todo eso es clave tener el poder político.
De estos intereses oscuros saca su fuerza Félix Salgado Macedonio, el candidato del MORENA y del narcotráfico.