- El 10 de junio de 1971 un grupo paramilitar conocido como “Halcones” reprimió violentamente una manifestación pacífica de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional en apoyo de la Universidad Autónoma de Nuevo León
Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo
(Primera de siete partes)
Ciudad de México.- En 2021 se cumplieron 50 años de aquel trágico jueves de Corpus Christi, el 10 de junio de 1971, cuando un grupo paramilitar conocido como “Halcones” reprimió violentamente una manifestación pacífica de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional en apoyo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), la cual había sufrido un revés antidemocrático por parte de las autoridades de su estado.
Y es que el 30 de mayo de ese año, el gobernador de Nuevo León, Eduardo A. Elizondo Lozano, renunció como parte del programa de conciliación de la Secretaría de Educación Pública y el 5 de junio entró en vigor una nueva ley orgánica que resolvía el conflicto.
Los estudiantes capitalinos, pese a ello, decidieron manifestarse, aun cuando las demandas no eran claras (el Comité coordinador de comités de lucha — CoCo— estaba dividido; había quienes pensaban que la marcha era inútil y solo provocaría al gobierno; sin embargo, la mayoría la apoyó arguyendo que había muchos problemas más sin resolver).
Se pedían desde 500 millas de mar territorial hasta efectividad en la apertura democrática prometida por Echeverría. Era, además, una oportunidad para que el gobierno mostrara que no sería represor como el anterior.
En los días previos a la manifestación, muchos agentes policíacos comenzaron a patrullar los alrededores del Casco de Santo Tomás, el 10 de junio de 1971, alrededor de las 17 horas salió la marcha estudiantil a la altura de la estación Normal, de la Línea 2 del Metro.
La marcha comenzaría en el Casco de Santo Tomás y recorrería las avenidas Carpio y de los Maestros para salir a la Calzada México-Tacuba para finalmente dirigirse al Zócalo capitalino.
Las calles que desembocan a la Avenida de los Maestros estaban bloqueadas por granaderos y agentes policiacos, los cuales impidieron el paso de los estudiantes.
Asimismo, también había tanques antimotines a lo largo de Av. Melchor Ocampo (hoy Circuito Interior) junto con transportes del ejército, los cuales se ubicaban cerca del Colegio Militar y transportes de granaderos en un enorme contingente policíaco en el cruce de las avenidas Melchor Ocampo y San Cosme.