*En los últimos veinte años, la dinámica del narcotráfico ha variado en todo el país: Un dato que sobresale es que ahora los cárteles gobiernan a través de sus aliados, buena parte de los municipios del país, por lo que sus cotos de poder son amplios y no menos poderosos
Ricardo Ravelo/Sol Quintana Roo/Sol Yucatán/Sol Campeche/La Opinión de México
Ciudad de México.- En los últimos veinte años, la dinámica del narcotráfico ha variado en todo el país: Un dato que sobresale es que ahora los cárteles gobiernan a través de sus aliados, buena parte de los municipios del país, por lo que sus cotos de poder son amplios y no menos poderosos.
Hasta antes del año 2000, cuando el PRI era hegemónico, el crimen cooptaba a los políticos en turno. Las negociaciones se concretaban con un poder único –el presidente de la República –, pero tras la derrota del PRI ocurrida después de que gobernó durante setenta años consecutivos, trajo consigo la dispersión de las redes criminales.
Ahora el narcotráfico impone a sus candidatos, financia campañas y en varios estados y municipios ha colocado a los funcionarios municipales y controla también las comandancias de las policías en los más de 2 mil municipios que existen en toda la República.
De acuerdo con informes de la DEA y de la Fiscalía General de la República (PGR), más de la mitad del territorio nacional está controlado por catorce cárteles, en su mayoría violentos, que están relacionados con altos mandos de las policías estatales y municipales –las más contaminadas del país– y cuyos efectivos fungen como sicarios, halcones o protectores de redes de secuestradores o narcomenudistas.
Esos mismos informes establecen, además, que el estado de Tamaulipas –donde dos exgobernadores (Tomás Yarrington y Eugenio Hernández) están presos por brindar protección al narcotráfico durante sus respectivos gobiernos –es la entidad con mayor número de grupos criminales asociados.
En esa entidad, el narcotráfico tiene una poderosa hegemonía, a tal grado que el actual mandatario –Francisco Daniel García Cabeza de Vaca– es investigado dentro y fuera del país por sus vínculos con el narcotráfico.
Según datos de la DEA, el mandatario recibió financiamiento del cártel de Los Zetas para su campaña política; además ha realizado diversos negocios millonarios, por lo que la principal investigación que existe en su contra es el presunto lavado de dinero.
En México, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) lo investiga por blanqueo de activos; según el titular de esta dependencia de la Secretaría de Hacienda, Santiago Nieto, se interpondrá una denuncia ante la FGR para que se ahonde en las investigaciones y el mandatario panista sea enjuiciado por narcotráfico y lavado de dinero.