*Todos sus amantes enseñaron el cobre
Redacción/Sol Quintana Roo/Sol Yucatán/Sol Campeche/La Opinión de México
Ciudad de México. – “Clemente”, entre tanto, había sido despedido porque finalmente no pudo sustraerse a la tentación de apoderarse de miles de pesos que “le sobraban a la española, dueña del lote de autos Diamante”.
Mercedes desafortunada en el amor, aumentaba hasta sin querer su fortuna, pues en el Frontón México ganaba con frecuencia. Los años pasaron lentamente y la soledad pesó en el ánimo de la española, quien buscó la compañía de galanes maduros quienes, sin excepción, sólo buscaban su dinero.
Todos los hombres con quienes hubiera podido “rehacer su vida”, como le aconsejaban sus numerosas amistades, habían “enseñado el cobre” y Mercedes se cansó de las peticiones de dinero, por lo que decidió buscar amor verdadero con uno de los jóvenes a quienes en aquellos tiempos se les calificaba como “rebeldes sin causa”.
El experimento tampoco resultó porque el muchacho gustaba de fumar mariguana, y si actualmente los drogadictos son repudiados por la sociedad en general, en la década de los 50, era prácticamente un suicidio social tener un problema de drogadicción. Así que cuando se percató Mercedes que había vuelto a equivocarse, simplemente despidió al apuesto joven y se tendió nuevamente en un sofá para llorar con amargura durante muchos minutos.
Amalia y María Luisa, las empleadas, lograron animarla con apoyo en una copa de coñac. Cabe mencionar que, en aquel tiempo, la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas acababa de sorprender al mundo, al lanzar el primer satélite artificial, el Sputnik. El físico alemán Werner Von Braun, creador de las bombas V-2, con las que fue bombardeada la ciudad de Londres, opinaba que “todo aquello que antes aparecía como una fantasía, era ya un hecho. El sueño se había materializado y una astronave podía alunizar y era posible examinar las condiciones de vida en Marte”.
El llamado “rebelde sin causa” seguía frecuentando a Mercedes Cassola Meler, para ocasionalmente, pedirle una “colaboración económica”, que la rubia entregaba sin reproches y sin exigir algo a cambio. El muchacho a veces le pedía “mayor confianza”, o sea que le entregara una llave del departamento de lujo, para “no molestar a las empleadas”, pero Mercedes jamás se la dio porque se había convertido en una persona sumamente cautelosa. Le había comprado al joven una medalla de oro y, para ahuyentarlo definitivamente, le exigió que se la devolviera.
También en 1957 la española se había inquietado porque un paisano suyo fue asesinado por dos cubanos, se trataba del secretario particular del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, Almoina Mateos, quien cometió el error de pregonar que escribiría un libro para denunciar los crímenes de su ex jefe. En el mes de mayo Almoina Mateos fue herido a balazos en la Colonia Narvarte, de la ciudad de México. Los asesinos, Manuel Nava y Servando Molina confesaron ser mercenarios al servicio del dictador dominicano.
El tiempo siguió su curso, la rubia ganaba y perdía en el Frontón México. Los mejores salones de belleza eran visitados por la multimillonaria, quien se hacía acompañar de jóvenes galanes, quienes disfrutaban de la amistad de la propietaria de edificios, lotes, casas, una residencia, un departamento de lujo, un lote de automóviles (Diamante), cuentas bancarias, centenarios y alhajas diversas.
Ella podía darse el lujo de pasear por los mejores sitios de provincia y salir al extranjero, sin realmente menoscabar su fortuna, que recibía un impulso mensual cuantioso.
La URSS impactó a la Luna con un vehículo espacial denominado Lunik 2, a mediados de septiembre de 1959.