Hoy Escribe

DEL ABSURDO

Pobreza es virtud, riqueza es pecado

Francisco Medina/ Sol Campeche

Luego de las mentadas de madre que recibiera López Obrador en su último viaje en una línea aérea comercial, miles de pejechairos se rasgaron las vestiduras, entre ellos el diputado Fernández Noroña, quien pidió que la aerolínea sea sancionada, el mismo López Obrador quiso suavizar la situación al decir que eso eran gajes del oficio.

“Y también, lo dije, que son gajes del oficio. A veces puede resultar molesto que insulten, por ejemplo, pero es nuestro trabajo, y más cuando se está llevando a cabo una transformación. Hay siempre molestias, hay coraje de opositores, en este caso de conservadores; pues imagínense el que se esté poniendo en cuestión una manera de pensar. Si todo el tiempo pensamos que había que triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole y de repente se empieza a decir que no es así, que el fin no justifica los medios, como decía Maquiavelo, que el fin justificaba los medios, pues no. Entonces, en una sociedad donde lo material se elevó a rango supremo… De repente decimos que la felicidad no es lo material, que el dinero no es lo material… Digo, no es la felicidad, que la felicidad es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra consciencia, estar bien con el prójimo. Imagínense si una gente ha pensado desde niño, por su formación familiar, que si hay pobreza es porque la gente es floja o porque la gente no trabaja y venimos y decimos: La pobreza es por la discriminación, es por la falta de oportunidades, es por la corrupción y no aceptamos la sentencia de que el que nace pobre tiene que morir pobre. Yo recuerdo que cuando empezó el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro unos jóvenes de clase media-media y clase media-alta, sacaban mensajes en las redes sociales de que cómo apoyar a los ‘ninis’. Entonces, todo eso genera discrepancia, polémica, y hay que entenderlo. Además, el poder es humildad y cuando se lucha por una causa justa hay que también aprender a pagar una determinada cuota de humillación, todos, cuando se está en una lucha. Imagínense, en el tiempo que fui opositor, una vez me bañaron de huevo. Fuimos a un acto a Mérida, Yucatán, y había un gobernador… pero especial. Entonces, estamos en una reunión, estaba el finado Arnaldo Córdova, José Agustín Ortiz Pinchetti, ah, Lorenzo Meyer, estamos ahí y de repente llegan unas señoras con unos morrales y uno conduciéndolas, y me señala y empiezan las señoras a sacar huevos. Imagínense la humillación. Claro que ya no hubo reunión, nada más fue: Pues vamos a bañarnos y a cambiarnos de ropa. Y la celebración, hasta del finado Castillo Peraza en aquel entonces, aun cuando el que había mandado a agredirnos era de otro partido. Desde eso hasta recordatorios a Manuelita, que es lo que considero muy injusto, porque pobre Manuelita; y golpes, represión, pero así es esto. Y actuar siempre de manera pacífica, no albergar odios, rencores. Pero la verdad es que el conservadurismo es muy cerrado y autoritario, por eso son los golpes de Estado y los crímenes, porque, cuando no pueden, recurren al uso de la fuerza, de la fuerza bruta. Entonces, nosotros tenemos que seguir adelante, avanzando, avanzando, avanzando y tenerle confianza al pueblo, porque nuestro pueblo es muy respetuoso, mucho, mucho, muy respetuoso en general; hay excepciones, pero por lo general es muy respetuoso, y más la gente humilde, que es la mayoría en nuestro país. Donde son más groseros son sectores de clase media y arriba, son más irrespetuosos; pero abajo, aunque estén en otros partidos, la gente respeta, aunque no coincidan; pero arriba son muy groseros, muy agresivos”… ¡Changos psicodélicos!.. Ahora resulta que la clase media y alta son los más groseros y agresivos y los pobres son los más educados. Por lo que vemos, López Obrador nunca se ha parado por los barrios de Tepito, la colonia Guerrero, Bondojito, Peralvillo, Santa Julia en donde la gente usa un lenguaje sumamente florido por no decir que de diez palabras nueve son groserías. Y para demostrar que es una persona apacible y educada que atiende a todos, resulta que un joven lo abordó en plena mañanera, burlando todos los filtros de seguridad para hacerle una petición. Y como dijera mi sobrina Nelle, ¡ay ajá!… y al día siguiente uno de sus lacayos de la prensa pagada que cubren su teatro fantástico mañanero le cuestionó al respecto y se soltó a decir “Es que hay necesidades en la gente y muchas otras cosas. El pueblo, además de tener hambre y sed de justicia -según la frase bíblica, y hay que saciar esa hambre y esa sed de justicia-, quiere ser escuchado. A veces eso ayuda, la gente quiere que se le escuche y hay que saber, tener paciencia para escuchar al pueblo.

¿se van a tomar algunas medidas para la seguridad aquí?

Sí, pero tampoco nada extraordinario. El que lucha por la justicia no tiene nada que temer y todos tenemos que actuar con responsabilidad y con respeto.

Lo que sí es una realidad es que cada día crece el descontento contra López Obrador y en sus giras se ha hecho patente que la gente ya no lo quiere, a pesar de que él siga diciendo lo contrario o que tiene otros datos.