Reportajes Especiales

BOLIVIA, TERCER MAYOR PRODUCTOR DE COCAÍNA DEL MUNDO 

*Produce un total de 249 toneladas: Aumentó más de 100 toneladas de hace una década, lo justifica el gobierno boliviano bajo el argumento de que “el consumo de coca de los bolivianos es tradicional, cultural y medicinal” por lo que autorizó que los sembradíos pasaran de 12 mil hectáreas a 22 mil

*Para el gobierno boliviano, no existen indicios de la presencia de ningún cártel internacional de narcotráfico en Bolivia y solo admite haber detectado a familias dedicadas a la siembra, “pero nada de Cárteles, ni nacionales ni extranjeros

Redacción/Sol Quintana Roo/Sol Yucatán/Sol Campeche/La Opinión de México

Ciudad de México.- El Departamento de Estado, en su Informe de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos, presentó un documento en el que luego de analizar el narcotráfico en cada país, concluyó que Bolivia es el tercer mayor productor de cocaína en el mundo con 249 toneladas.

El aumento de 140 a más de 100 toneladas de hace una década, lo justifica el gobierno boliviano bajo el argumento de que “el consumo de coca de los bolivianos es tradicional, cultural y medicinal” por lo que autorizó que los sembradíos pasaran de 12 mil hectáreas a 22 mil.

A esos factores, además de las condiciones geográficas que facilitan la producción de la hoja de coca, debe considerarse la falta de acciones de gobierno para contener su cultivo.

En su momento, el entonces viceministro Felipe Cáceres argumentó para justificar los plantíos de coca que “cuando se habla de un cártel es porque la organización cuenta con toda una estructura armada, una plataforma con diferentes niveles: operadores, sicarios, espías, lavadores de dinero, pasadores, informantes y eso en Bolivia no existe, solamente se trata de clanes familiares”.

Para el gobierno boliviano, no existen indicios de la presencia de ningún cártel internacional de narcotráfico en Bolivia y solo admite haber detectado a familias dedicadas a la siembra, “pero nada de Cárteles, ni nacionales ni extranjeros; encontrar pistas clandestinas y por ello deducir que hay cárteles en Bolivia, es mucha imaginación”.

Las narco-pistas a las que se refiere el gobierno boliviano se ubican en la selva fronteriza peruano-boliviana y hay al menos un centenar de pistas clandestinas de aterrizaje que son usadas por avionetas ligeras que pueden transportar hasta media tonelada de cocaína.

No obstante, cabe resaltar que la cocaína que Bolivia trafica hacia el exterior, no solo procede del procesamiento de la coca de las plantaciones locales situadas en su mayoría en Yungas y el Chapare, sino de enormes cargamentos de droga que les son enviados desde Perú.

Pero no nada más es el Cártel de Sinaloa el que opera en Bolivia, también figuran, en menor grado, La Zeta el Cártel Jalisco Nueva Generación, así como las organizaciones brasileñas Primer Comando de la Capital (PCC) y Comando Vermelho; Sendero Luminoso, de Perú; el Cártel del Norte del Valle, de Colombia; reductos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y hasta organizaciones rusas.