RICARDO RAVELO / SOL CAMPECHE
–También declaró en contra de Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, los dos exgobernadores que están presos por servir al narcotráfico. El primero está recluido en Estados Unidos, mientras que el segundo sigue preso en Ciudad Victoria.
Ahora que la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó a la Cámara de Diputados inicie el juicio de procedencia para desaforar al gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca, aparecen nuevas revelaciones que lo relacionan con el narcotráfico desde el año 2004, cuando fungió como presidente municipal de Reynosa, Tamaulipas.
La declaración que lo incrimina es de José Antonio Peña Argüelles –con clave “Ángeles” –quien es un importante testigo de cargo que sirvió a las autoridades norteamericanas para hundir en la prisión al exgobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba, quien fue detenido en Italia y posteriormente extraditado a Estados Unidos bajo acusaciones que lo señalan como un capo del narcotráfico.
De la misma forma en que testificó contra Yarrington, Peña Argüelles –un lavador de dinero del cártel del Golfo –declaró que Cabeza de Vaca recibió financiamiento de esa organización criminal para su campaña, en 2004, cuando el Partido Acción Nacional (PAN) lo lanzó como su candidato a la alcaldía de Reynosa, Tamaulipas.
Peña Argüelles conoció como nadie los entretelones entre los políticos tamaulipecos y el narcotráfico; declaró lo que sabía sobre los nexos de Yasrrington pero también incriminó al sucesor de éste, Eugenio Hernández
Flores, de quien dijo que cuando el PRI lo destapó como su candidato a la gubernatura de Tamaulipas fue presentado con los capos del cártel del Golfo y de Los Zetas, quienes le financiaron la campaña a cambio de entregarles el estado para operar libremente el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Peña Argüelles era un empresario que lavaba dinero para el crimen organizado; cuando fue amenazado de muerte se fue a Estados Unidos y se entregó a las autoridades. Luego se acogió al programa de testigos protegidos. En 2014 se dio a conocer que el testigo –con clave Ángeles –fue sentenciado sólo a dos años y medio de prisión, no obstante que las autoridades lo hallaron culpable de los delitos de lavado de dinero y ligas con el narcotráfico, por lo que se estimó que su condena mínima sería de unos veinte años. No fue así, pues Argüelles colaboró con la justicia y le redujeron la pena.
En enero de 2012, funcionarios de la entonces Procuraduría General de la República acudieron a la Corte Federal de Distrito Oeste para que rindiera testimonio sobre las investigaciones que ya se realizaban en contra de Tomás Yarrington.
Cuando lo empezaron a interrogar, “Ángeles” aceptó que él operaba como un enlace entre el entonces gobernador Yarrington y el cártel del Golfo. Y en esa declaración también dijo que en el año 2004 Yarrington lo citó en Ciudad Victoria, Tamaulipas. La razón: le expuso que necesitaba dinero para apoyar a algunos candidatos de la oposición, entre ellos a Francisco García Cabeza de Vaca.
El testigo “Ángeles –o Peña Argüelles –narró que se trasladó a la ciudad de Reynosa, donde contactó a Héctor Sauceda, “El Caris”, jefe del cártel del Golfo en esa plaza, para solicitarle una reunión y pedirle el dinero que necesitaba.
Se reunieron en un estacionamiento, según dijo el testigo; ahí le dijo que el gobernador Tomás Yarrington necesitaba apoyar a varios candidatos de oposición, entre otros, a Cabeza de Vaca y que una vez que resultara ganador el nuevo alcalde –se refieren a Cabeza de Vaca –estaría a las órdenes de Yarrington para lo que se ofreciera en un futuro con los miembros del cártel del Golfo.
Los pormenores de esta historia indican que “El Caris” trató el tema con su hermano, Gregorio Sauceda Gamboa, alto mando del cártel del Golfo. Hacia la noche de ese mismo día, Argüelles recibió una llamada en la que se con firmaban que el dinero para apoyar las campañas había sido autorizado.
Al día siguiente –según el relato del testigo Ángeles –le entregaron una bolsa con 500 mil dólares. Dijo el testigo que Héctor Sauceda Gamboa le dijo que ese era el apoyo para el candidato Cabeza de Vaca por parte del cártel del Golfo.
Luego, Peña Argüelles narró que tan pronto tuvo el dinero en sus manos se puso en contacto con Cabeza de Vaca. Se reunieron en el restaurante del hotel Holliday Inn, de Reynosa, donde le entregó la bolsa con los 500 mil dólares.
Cuenta en su testimonio que el entonces abanderado del PAN a la alcaldía de Reynosa llegó acompañado de su hermano, José Manuel Cabeza de Vaca; también le comentó que ese apoyo lo había gestionado el gobernador Tomás Yarrington y Cabeza de Vaca –dice el testigo –dijo que estaría a las órdenes para lo que se ofreciera.
Después, Cabeza de Vaca y José Antonio Argüelles se hicieron amigos. Cuentan que el entonces alcalde de Reynosa lo visitaba en un rancho donde se encontraban para cazar venados cola blanca.
No sólo eso: después, Cabeza de Vaca devolvió el favor al cártel del Golfo. Le pasaron una lista de los policías y altos mandos que debía incorporar, todos ellos afines a la organización criminal. Cabeza de Vaca dijo que no había problemas, que él ordenaría los cambios y así lo hizo.